La historia de la República Dominicana se remonta a poco más de 500 años atrás, cuando Cristóbal Colón llegó a una isla que confundió como parte de la India. Estaba poblada por los taínos, uno de los pueblos más pacíficos del continente recién descubierto, que vivía de la caza, la pesca y la agricultura. Colón llegó a La Isabela, una ensenada situada al norte de la isla, el 5 de diciembre de 1492, y tomó posesión del territorio en nombre de los Reyes Católicos. Bautizó la isla con el nombre de La Española.
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Al iniciarse la conquista de tierras continentales, ricas en oro, plata y piedras preciosas, el interés de la corona española cambió de lugar; Santo Domingo perdió importancia frente a los virreinatos de México y Perú. La colonia quedó desamparada. En ese periodo fueron constantes las incursiones de piratas y corsarios que surcaban las aguas del Caribe para participar del comercio con los habitantes de la colonia española, lo que motivó que la corona despoblara la parte occidental de la isla en las llamadas ?devastaciones de Osorio? (1605-1606)
Hacia finales del siglo XVII, bucaneros y filibusteros, predominantemente franceses, se apoderaron de la parte occidental de la isla, que luego se convertiría en la colonia de Saint Domingue. En 1795, fruto de la guerra entre España y Francia, la primera cedió a la segunda la parte oriental de La Española, quedando todo el territorio bajo dominio francés.
Después de haber sufrido el dominio de los negros libertos de Saint Domingue y de los franceses, la colonia vuelve a manos de España, hasta que un puñado de hombres con conciencia de nación logra establecer lo que se ha reconocido como Independencia Efímera. Y es que al cabo de un mes, esto es, en enero de 1822, aprovechando la debilidad militar y económica de la parte oriental, los haitianos ocupan el territorio e imponen su dominio durante 22 años.
En 1844, se logra la independencia y se funda la República Dominicana. En su primera etapa la República se dedicada por entero a defenderse de los ataques haitianos, mientras sufre internamente las pugnas por su organización política. El 18 de marzo de 1861 se proclamó la anexión a España en la explanada de la Catedral de Santo Domingo. Desde un principio, el pueblo dominicano mostró su profundo desagrado con la anexión, y cuatro años después de lucha intensa contra las fuerzas españolas los dominicanos consiguen la restauración de la República .
La Guerra de Restauración y su técnica de guerra de guerrillas dejó al país fragmentado en un sinnúmero de jefes locales que empezaron disputarse el poder. Con la convulsión política se produjo el caos económico que derivó en empréstitos múltiples concertados con Estados Unidos y Europa. Como consecuencia, en 1907 el gobierno dominicano entrega la administración y el control de sus aduanas al gobierno de los Estados Unidos; y en 1916 se produce la primera invasión norteamericana a la República Dominicana.
En la segunda mitad de la década de 1920 se signa el inicio de la modernidad dominicana, con el florecimiento del comercio y la agricultura, la incipiente actividad industrial y las grandes vías de comunicación terrestre. Pero ello no abolió el caudillismo, que daría lugar a gobiernos inestables y luego a la instalación de la férrea dictadura de Rafael Leonidas Trujillo en 1930.
Treinta años de tiranía terminaron en 1961 con el ajusticiamiento del dictador. En medio de una gran convulsión política, un gobierno provisional organiza las primeras elecciones libres, las que llevaron al poder, en 1962, al profesor Juan Bosch. El derrocamiento del eminente escritor, siete meses después, derivaría en una cruenta guerra civil que culminaría con la segunda invasión norteamericana a la República Dominicana (1965).
En 1966 se celebran elecciones y Joaquín Balaguer inicia 12 años de gobierno caracterizados por la represión política. Balaguer pierde abrumadoramente las elecciones de 1978 y pese a los intentos por desconocer su derrota, debe dejar que el ganador, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), asuma el poder. La democracia dominicana inicia así el camino de la consolidación. El PRD vuelve a ganar en 1982, pero cuatro años después Balaguer reconquista el poder con el voto de la mayoría. Durante el período se registra una gran expansión monetaria que produjo altos índices de crecimiento económico y aumento del mercado interno. Evidenciados desaciertos en la inversión pública provocaron luego una elevada inflación con repercusiones políticas.
Balaguer consigue la reelección en 1990 y aplica un paquete de reformas económicas que conjuran la crisis. Cuatro años después, una nueva consulta electoral concluye con una cuestionada victoria balaguerista. El PRD y su candidato presidencial, José Francisco Peña Gómez, alegan ser víctimas de un fraude electoral. El gobierno de Balaguer se ve obligado a pactar y su nuevo período de gobierno se reduce a dos años.
En 1996 se celebran nuevas elecciones nacionales y asciende al poder el Dr. Leonel Fernández, candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Tras cuatro años de gobierno en los que se mantuvo el crecimiento económico iniciado a principios de los noventa, el PLD pierde el gobierno y entrega el poder al PRD y su candidato Hipólito Mejía. Una política económica influida por factores externos llevó el país al caos total, con devaluaciones monetarias históricas que provocaron el empobrecimiento de amplios sectores.
En medio del desconcierto provocado por la crisis económica, la población acude a las urnas en el 2004 y da una victoria abrumadora al PLD y su candidato Dr. Leonel Fernández, quien asume por segunda vez el gobierno, esta vez con un 57% de los votos.