Según cuenta la leyenda, Manco Cápac y Mama Ocllo surgieron
del lago sagrado Titicaca como una pareja divina y que se dirigieron hacia
el norte, donde fundaron la ciudad de Qusqu (Cuzco) que significa "el
ombligo" o "centro del mundo" (capital de Tahuantinsuyo)
alrededor de los siglos XI y XII d.C.
El dios Tiqsi Huiracocha les entregó
un bastón de oro con el que se dedicaron a fecundar la tierra creando
ríos, haciendo crecer nuevas plantas y otros beneficios para que
pudieran vivir y disfrutar los mortales.
El imperio Incaico o Tahuantinsuyo, que en quechua significa Cuatro regiones unidas, llegó a abarcar gran parte de lo que actualmente son Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Argentina y Bolivia.
Esta sociedad fue un admirable ejemplo de organización político-social, con grandes conocimientos de arquitectura, ingeniería hidráulica, medicina, agricultura y pesca.
La Conquista
A la muerte de Huayna Cápac,
el undécimo emperador inca, y bajo su voluntad, se repartió
el imperio entre sus hijos: la zona sur para Huáscar y la zona
norte para Atahualpa. Estos hermanos se enfrentaron entre sí, iniciando
una guerra civil en la que finalmente salió triunfador Atahualpa.
Una vez terminada la guerra entre los dos hermanos, conocido el resultado
y las consecuencias funestas, Francisco Pizarro (que se encontraba en
Túmbez, tras fundar a poca distancia de ésta la primera
ciudad española de América del Sur, San Miguel) solicitó
entrevista con el emperador. Éste se encontraba en Cajamarca (Perú)
y sin saber las verdaderas intenciones de Pizarro accedió, cayendo
en su trampa y quedando prisionero.
Desde su prisión, Atahualpa dio la orden de asesinar a su hermano
Huáscar y de traer oro de todo el imperio. Había pactado
su libertad y esta consistía en llenar su celda de oro hasta la
altura de un hombre con los brazos alzados. Una vez repartido el oro,
"los conquistadores" faltaron a su palabra y condenaron al emperador
a morir quemado, acusándolo de preparar una conspiración
contra ellos.
Varios meses pasó el inca prisionero y a última
hora aceptó ser bautizado, pero esto no fue suficiente y tras acusaciones
de fratricidio, poligamia, incesto, idolatría y de conspiración
contra los españoles, Atahualpa fue ejecutado, muriendo ahorcado
y no en la hoguera.
Lo que hoy conocemos como Ecuador tuvo bajo la colonización española numerosos gobiernos, perteneciendo primero al Virreinato de Perú hasta mediados del s. XVIII y más tarde al de Nueva Granada.
A principios del s. XIX y a raíz de la invasión napoleónica
de España, un grupo de patriotas, liderados por Juan Pío
Montúfar y Francisco Eugenio de Santa Cruz y Espejo ve una oportunidad
de conseguir la tan ansiada independencia. Se proclamó la República
de Ecuador en agosto de 1.809, pero la rápida y enérgica
respuesta del ejército colonial impidió que se llevase a
cabo.
Los ecuatorianos tuvieron aún que esperar hasta el 24 de mayo
de 1.822 para conseguir la ansiada independencia de España. En
esta fecha tuvo lugar la Batalla de Pichincha, en la que gracias al auxilio
de las tropas enviadas por Simón Bolívar y lideradas por
el general Antonio José de Sucre, se consiguió la libertad.
El territorio se incorporó a la Gran Colombia, formada por Colombia,
Venezuela, Panamá y Ecuador.
Transcurridos ocho años, Ecuador se independizó finalmente
y se constituyó como la República de Ecuador con el general
Juan José Flores como presidente. Un año más tarde
y tras la independencia asímismo de Venezuela, la Gran Colombia
se disolvió, llevando a su fin el sueño de Simón
Bolívar el Libertador.